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La historia de las tierras en donde hoy se levanta la localidad de Ringuelet está emparentada con la historia de Gonnet, City Bell, Gorina, Hernández y el resto de las zonas que alguna vez fueron propiedad de Jorge Bell.
Fundada la nueva capital fue necesario extender los ramales ferroviarios para unirla con las demás poblaciones de la provincia.
El 13 de marzo de 1886 se resolvió la habilitación de Ringuelet al servicio público. Finalmente, la apertura de la estación de Ringuelet se hizo realidad el 1º de junio de 1886, fecha con la que se conmemora la fundación de la localidad.

La estación Manuel B. Gonnet se ubicó en el kilómetro 43 de la vía ferroviaria y fue inaugurada por el gobierno de la Provincia de Buenos el día 15 de febrero de 1889 con el nombre de Adolfo Alsina. En el año 1931, se produjo el definitivo cambio de denominación por el de Manuel B. Gonnet, en homenaje a quien había sido el primer Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires con capital en La Plata y reconocido legislador de su tiempo. El tiempo, el uso y la costumbre hicieron que esta nomenclatura absorbiera también las denominaciones de Villa Máximo Paz y Villa Castells. Así es como surgió que la estación fue inaugurada el 15 de febrero de 1889; que la Villa Máximo Paz se inauguró oficialmente el 24 de febrero de ese mismo año; y que el cambio de denominación se concretó por decreto del gobierno nacional el 28 de agosto de 1931. Ninguna de estas fechas es aceptada por los vecinos agrupados actualmente, en las diversas instituciones de Gonnet.

El origen del dominio de las tierras en donde hoy se encuentra la localidad de Arturo Seguí (originalmente denominada Nueva Villa Elisa) se remonta a las primeras suertes o mercedes distribuídas por Juan de Garay entre sus compañeros de viaje, siendo concedidas con la obligación de poblarlas.
En el actual Partido de La Plata, salvo tres o cuatro estancias de un total de doce, quedaron abandonadas, siendo estas suertes principales redistribuídas en 1640. Una de las suertes de estancia que mantuvo en continuidad de dominio fue la denominada "Palma", correspondiente a la actual zona de Villa Elisa y Nueva Villa Elisa.
En 1904, el Banco Hipotecario de la Provincia le vendió a Arturo Seguí y a Francisco Bertoletti setenta y dos manzanas de terreno en Villa Nueva Elisa. La población se consolidó años más tarde -en 1926- con el viaje inaugural del Ferrocarril Provincial que unía La Plata con Avellaneda. El primer nombre de la estación fue "Los Eucaliptus", más tarde denominada Arturo Seguí.

En 1914 se loteó lo que en la actualidad es City Bell, y en 1916 los Bell vendieron a Joaquín Gorina la otra parte de las tierras.
Los haras "El Argentino" y "La Lula", sumado a que 35 familias italianas llegadas desde Hudson -donde habían sufrido las inundaciones- y que se instalaron en la zona para desarrollar la horticultura, hicieron que la zona fuera creciendo paulatinamente.
Joaquín Gorina ya era dueño de las tierras cuando en 1923 se decidió la construcción del Ferrocarril Provincial que llegaría hasta Avellaneda y que debería pasar por estos lugares. Don Joaquín fue el primero en ceder las tierras a la nueva empresa y así fue cómo desde el 2 de junio de 1923 funcionó allí la estación Joaquín Gorina en honor al que fuera dueño de las tierras. Esta parte de la historia de Gorina terminó en julio de 1977 cuando pasó por su estación el último tren. Fueron los vecinos quienes rescataron la estación del abandono e inauguraron en 1986 la Plaza de La Paz, frente a la estación. Tras la creación del Centro Comunitario ex estación Gorina, los vecinos lograron que el 26 de mayo de 1993 se declarara a la estación Joaquín Gorina Patrimonio Histórico y que la misma se proteja como monumento

El trazado urbano del pueblo fue aprobado el 8 de mayo de 1888 por el Poder Ejecutivo de la Provincia.
Para entender la historia de Villa Elisa hay que partir de dos ejes que son fundamentales: por un lado, la proximidad con la estancia de Pereyra Iraola, una estancia modelo y el símbolo de esa Argentina agropecuaria que quería ser Europa; y por el otro, el eje trazado por la relación que tenía Francisco Uriburu con Dardo Rocha. Recordemos que cuando Dardo Rocha tuvo su residencia en La Plata, Uriburu construyó su magnífico castillo en Villa Elisa, denominado Palacio de Uriburu y que formó parte del paisaje del pueblo hasta el año 1960, cuando un incendio terminó con la obra arquitectónica.
En el mismo eje de análisis está la figura de Luis Castells, quien era yerno de Uriburu, casado con la hija de éste, Elisa, en honor a quien el pueblo fue bautizado como Villa Elisa. Castells fue quien puso la piedra basamental en el pueblo al donar la primera institución pública. Castells era multimillonario y en 1890 decidió construír y donar a perpetuidad una escuela gratuita y mixta. También la plaza fue donada por él y lleva su nombre. Luis Castells tuvo un trágico final al suicidarse.

En 1879 Jorge Bell funda "La Estancia Grande", un establecimiento cerca de los campos de Pereyra. Entre ambas estancias existía una extensión de 800 hectáreas. Este lugar era conocido a partir de 1884 como "Paraje Estación Empalme Pereyra", debido a la estación del ferrocarril de ese lugar. Ese lugar, pertenecientes hasta entonces al partido de Ensenada, se convertiría en un nuevo pueblo, Villa Elisa.
El nombre de Villa Elisa fué en homenaje a Elisa Uriburu de Castells. Ella nació en Salta en 1865 y en 1884 se casó con Luis Castells. Falleció repentinamente en Buenos Aires el 2 de julio de 1910

Fuente: www.laplataya.com.ar