En octubre de 1580, Juan de Garay repartió una franja de terreno que iba desde el Parque Lezama hasta las proximidades de Magdalena. Dividió a la zona en 31 "suertes de estancia", 12 de las cuales pertenecen al actual partido de La Plata. Los frentes de estas suertes medían 1/2 legua (3000 varas = 2600 m) cada una, sobre la zona alta, excluyéndose los bañados, y los fondos medían regularmente 1,5 leguas (7800 m), totalizando una superficie de algo más de 2000 Hectáreas cada una y se orientaban en dirección NE a SO. Los nombres dados a las suertes fueron determinados por Garay, por ejemplo: "del Gato" (Ringuelet), "León" (Gonnet), "Panes" (City Bell) y "Palma" (Villa Elisa)
A las tierras bajas ubicadas entre la barranca (actuales vías de ferrocarril) y el río, se las denominó "suertes de bañado" y resultaban aptas para pastoreo y aguadas; a las ubicadas sobre la barranca se las llamó "suertes de estancia" y resultaban apropiadas para cría de vacunos y lanares, mientras que las que se ubicaban por detrás de estas, más alejadas de la costa, llamadas "suertes de cabezadas" y "trascabezadas" se utilizaban para la cría de caballos y mulas. Estas tierras, alejadas de los bañados, tuvieron un valor casi nulo hasta que a mediados del siglo XIX aparece el molino de viento permitiendo nuevos sistemas de riego y de aguadas artificiales.
En el acta de repartición de tierras del 24 de octubre de 1580, Garay condicionó las mercedes de solares, chacras y "suertes de estancia" al sostenimiento y crecimiento de la población, reservándose la facultad, en caso de abandono, de repartirlas o encomendarlas nuevamente. Salvo algunas excepciones, en el actual partido de La Plata, los propietarios de las tenencias de las tierras, las abandonaron.
Al fundarse Buenos Aires, el ganado se arreaba desde Asunción, Santa Fe y Córdoba. Después de cinco años sólo existían en la jurisdicción bonaerense 675 cabezas y su aumento era notoriamente bajo. Algunas de esas vacas escaparon hacia el campo y su multiplicación dió origen al ganado cimarrón. En 1608 el Cabildo concedió la primera licencia de vaquería para su explotación y alcanzó tal éxito que nueve años después el gobernador Hernandarias debió exhortar a los vecinos para que, en vez de exterminar al ganado cimarrón, lo aprovecharan para poblar las estancias de cría que estaban en gran parte abandonadas.
| Adjudicación, compras y ventas de "Suertes de Estancia" |
Las "suertes de Estancia"
denominadas "Panes" y "León" (actuales City Bell y Gonnet) fueron adjudicadas
originalmente a Baltasar de Carvajal y Juan Fernandez de Enciso y reasignadas
en forma conjunta a Bartolomé de Ángulo quien la abandonó
poco después del 1600.
Entre los años 1618 y 1640 los gobernadores Hernandarias, Francisco de Céspedes, Pedro Esteban Dávila y Mendo de la Cueva readjudicaron 117900 hectáreas. Se puede considerar que el dominio territorial en el ámbito del actual partido de La Plata quedó consolidado en 1640.
Las Suertes de Estancia "Panes" y "León" fueron declaradas vacantes por el gobernador Céspedes y dadas en merced (comprendiendo además otras fracciones) a Mateo Sánchez Gatica del Castillejo el 29 de agosto de 1629.
Posteriormente estas tierras cambiaron de dueño, ya que parte de las mismas fueron vendidas y otras pasaron a manos de los Jesuitas, constituidos en herederos de Gatica. Ellos emplazan un convento en el espacio que sería ocupado posteriormente por el casco de la estancia de los Bell
En el registro de don Juan Castaño Becerra figura el trueque efectuado el 29 de julio de 1695 entre la Compañía de Jesús (a través de su rector, el padre Gregorio Cabral) y don Luis de Pezoa de Figueroa (un importante hacendado de la época)
Según reza un documento datado el 29 de diciembre de 1761, los herederos de don Luis de Pezoa de Figueroa, venden a Don Francisco Rodríguez de Vida, un terreno de estancia compuesto por 6.000 varas (5200 m) de frente al mar (denominación que se le daba por entonces al Río de la Plata) por 9.000 de fondo (7800 m).
Antonio, hijo de Francisco de Vida, vende las tierras a Ramón Rodríguez en 1768, quien construye sobre las ruinas de lo que fuera la capilla de la Compañía de Jesús el primer asentamiento de la estancia, la que recibe el nombre de "San Ramón". La viuda de Rodríguez, Máxima Giménez de Paz, compra a Bernardo de Lara, en 1792, la suerte contigua denominada "El Gato": una parcela de "tres mil varas de frente por legua y media de fondo" (2600 x 7800 m)
En el año 1807 estas tierras fueron testigo del paso de las tropas durante la 2ª invasión inglesa bajo el mando del General Whitelocke.
El conjunto de las tres "suertes de estancia": "Panes", "León" y "Gato", fue adquirido a Máxima Gimenez de Paz (viuda de Rodriguez) en 1822 por Benito Carballido y en 1836 por Faustino Ximénez.
El 2 de diciembre de 1846, Faustino Ximénez vende a George Thomas Bell el terreno de la estancia denominada "San Ramón", de forma prácticamente cuadrada de 7,8 Km de lado, cuyo frente se extendía desde el distribuidor en la entrada a La Plata hasta el Parque Ecológico (límite con Villa Elisa) y cuyo fondo se encontraba cercano a la actual ruta 36, desde Melchor Romero hasta atrás de la estación Segui, pasando por los límites del actual City Bell (barrio las Banderitas). El 7 de mayo de 1851, George Bell incorpora a la estancia San Ramón el establecimiento denominado Punta de Lara de otras 6200 Ha de extensión, aumentando la superficie total a aproximadamente 12300 Ha.
El 27 de junio de 1618, don Bartolomé López recibió, en merced, del gobernador Hernando Arias de Saavedra, una estancia "empezando desde el puerto que llaman de la Ballena corriendo todo el bajo hacia la isla que llaman de Santiago";
Bartolomé López, el 3 de noviembre de 1629, vende las tierras a don Antonio Gutiérrez Barragán, ante el escribano Alonso Agreda de Vergara. El nuevo propietario edificó la "Estancia de la Ballena" en la ensenada que posteriormente se denominaría de Barragán.
En 1640, el capitán Lorenzo de Lara solicita se le conceda merced las tierras "y tengo noticia de que adelante del pago que llaman de la Magdalena, hacia la parte del sur hay tierras desiertas y despobladas". Las tierras elegidas por Lara para su afincamiento, fueron las que luego llevarían el nombre de Punta Lara, (así figuran en planos de 1730)
Don Francisco Ballesteros adquirió el 27 de julio de 1750 nueve mil varas de tierra para destinarlas a la cría de ganado a José Ignacio y Juan José Lara, sucesores de Lara y Gutiérrez Barragán. En 1798, don Agustín Wright compró las tierras a Ballesteros para establecer allí su famoso saladero. La familia Wright mantuvo la propiedad por más de cincuenta años.
En 1807, durante la 2ª invasión inglesa, las tropas desembarcaron en la Ensenada de Barragán
El 7 de mayo de 1851, el establecimiento denominado Punta de Lara es comprado a los herederos de Wright por George Thomas Bell.